LA RÍA DE BILBAO.ACUARELA DE PALOMA ROJAS

sábado, 29 de agosto de 2009

SEMANAS DE AUSENCIA

Durante algunas semanas no publicaré ningún post para que descansemos todos: los que los leéis y yo que los escribo.
Volveré con nuevas ganas y si en medio de este periodo de descanso se me ocurre alguna idea brillante me pondré manos a la obra otra vez.

domingo, 23 de agosto de 2009

VARIACIONES

AMISTAD EN LA GUERRA
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Se había declarado la guerra.
Ignacio y Joaquín no podían recordar el origen de su amistad; se perdía en un pasado en el que cada uno de ellos formaba parte del entorno vital del otro. No recordaban ningún tiempo en el que el otro no hubiera estado en el escenario de su vida.
Su amistad - profunda, auténtica - había prevalecido por encima de las distintas ideas políticas que cada uno defendía. Pensar distinto no les distanciaba.
La zona que en vivían se había decantado por una determinada opción ideológica. Ignacio conocía los deseos de Joaquín de pasar a luchar con los suyos. No dudó en facilitarle el modo de cruzar la línea de fuego a través de los montes y encontrarse con ellos. Ambos eran conscientes del riesgo mortal encerrado en esta huida.
Su despedida había estado llena de espíritu deportivo, intentado ocultar ineficazmente el desasosiego suscitado en ellos por la posibilidad no remota de encontrarse eventualmente frente a frente, con un fusil en las manos.
Se dieron un fuerte abrazo disfrazado de buen humor y deseos de mutua buena suerte.
Durante la contienda no supieron nada uno del otro.
Ahora la guerra toca a a su fin. El partido de Ignacio, derrotado, se retiraba hacia la única salida posible que conducía al exilio y a la supervivencia.
Joaquín, por su lado, había permanecido años prisionero en circunstancias duras y crueles. En su huida por los montes alguien le había delatado como enemigo; nunca supo quién había sido.
Sus vidas iban a volver a converger nuevamente.
Ignacio escapaba en su coche oficial hacia la seguridad. Había permanecido en vanguardia hasta el último momento para evitar que se realizaran desmanes y crueldades durante la retira de los soldados ya vencidos.
Su vehículo se cruzó con un grupo de hombres que su bando había hecho prisioneros al principio de la contienda. Se arrastraban en medio de penalidades y enfermedades. Desconocían el destino al que iban conducidos. Algunos de ellos estaban desplomados en los arcenes, sin fuerzas para poder dar un paso más.
Reconoció a Joaquín tirado sobre el asfalto; había desistido de seguir luchando por la supervivencia. Estaba exhausto: sufría de disentería y las fuerzas físicas y psíquicas le habían abandonado.
Ignacio ordenó para el coche inmediatamente, se bajó y recogió a Joaquín del suelo y cargándolo sobre sus hombros lo introdujo en el coche. Se abrazaron en silencio. Continuaron la marcha juntos.
"Me acercaré lo más posible a los tuyos para que puedas unirte a ellos. Yo intentaré alcanzar la frontera antes de que sea tarde"
"Es muy peligroso para ti, puedes no lograrlo"
"Lo intentaremos.¿Conseguiste cruzar los montes¿"
"No, alguien me delató, me cogieron mientras escapaba. He estado prisionero durante estos años en circunstancias duras y degradantes, amenazado por el paseillo, ya sabes"
"¿Sabes quién lo hizo? Puedo enterarme"
"No lo hagas. Ya he perdonado. No quiero saber quien fue"
Ambos sobrevivieron. Las circunstancias no les permitieron volver a encontrarse cara a cara.
Cada uno siguió fiel a sus ideales políticos. Nunca se consideraron enemigos personales.
Continuaron siendo amigos hasta el final de sus vida.

martes, 4 de agosto de 2009

VARIACIONES


¿PÉRDIDA DE SENSIBILIDAD O MADUREZ?

Se preguntaba ahora por qué le había afectado tanto en su niñez.

Ver a un hombre correr para alcanzar un autobús que cerraba las puertas y se ponía en marcha en el momento en que llegaba a su altura, le entristecía. Le producía una viva pena unida a una sensación de fracaso ajeno. Representaba en su mente la figura del perdedor nato, la estampa de la persona sin recursos de carácter para encarar los problemas de la vida.

Cuando se hizo mayor quiso analizar la razón de esta reacción: no había visto nunca antes a aquellos hombres, no sabía nada de sus situaciones profesionales, familiares, sociales; desconocía su psicológica. Sus éxitos o fracasos eran ignorados por ella. Ni siquiera sabía si eran felices o desgraciados.

Pero esa estampa de su infancia le había invadido de un sentimiento de lastima por quien, a sus ojos, aparecía como vencido por la vida.

De manera inexplicable, este hecho tan habitual y generalmente intrascendente representaba para ella la situación de un hombre sin capacidad de superación.

En su mente los hombres vestidos con chaqueta y corbata gozaban de un nivel social que proporcionaba otros medios de transporte privado. Estos que ella veía- también con chaqueta y corbata- parecían no haber tenido acceso a esa facilidad de transporte.

En su concepto eran la estampa del hombre trabajador, esforzado, sin prestigio ante sus jefes. El hombre gris, incapaz de saber hacer valer sus capacidades y triunfar: Personajes sin recursos ni representatividad en la sociedad. El infeliz fracasado.

Veía representado en ellos el esfuerzo de un padre de familia, que no alcanza su intento de dar una posición adecuada a sus hijos; una vida precaria, esforzada y sin recompensa. Y sufría con la humillación que los hijos pudieran sentir.

¿Imaginación infantil? ¿Excesiva sensibilidad? ¿Capacidad de captación inconsciente y sutil de situaciones reales?

Con los años aquella percepción fue desapareciendo. Como le ocurrió con la película "La Quimera del oro" de Chaplin. A sus cinco años sufrió hasta las lagrimas por la inseguridad del pobre harapiento que solo tenía las suelas de sus viejas botas para poder alimentarse, de las que cuidadosamente separaba los clavos, después de haberlas cocido previamente.
En su madurez solo vio la parte cómica de la situación. Y se rió a carcajadas.

¿Había perdido la sensibilidad? ¿Se había hecho dura, egocéntrica, egoísta?

¿O era el hecho de que la calidad de vida había mejorado, había mayor capacidad económica, más transportes privados mejores y más prácticos servicios públicos, que no implicaban connotaciones sociales?.

¿Era simplemente mas realista y madura?

Quizás......

Pero le quedaba la incógnita.