El paso a la inmovilidad.
Quietud, inmovilidad.
Un segundo antes podía mirar o decir algo, respiraba, quizás podía oírte.
Un segundo antes podías hablarle.
Otro segundo y ya no está.
Permanentemente mudo.
Distancia infranqueable,
Incapacidad de comunicación.
Inexpresividad. Un rostro amado que queda plasmado en piedra.
Sin los gestos y expresiones familiares.
Ha sido y ya no es.
Nunca volveré a contarle, preguntarle, enterarme, saber de él.
Se ha ido, para siempre, hasta el Cielo.
No está, aunque esté.
La desconcertante quietud de la muerte.
A quien conocíamos tan bien, ahora ya no podemos comunicarle nada, ni nos puede responder algo.
Se ha acabado, aquí en la tierra.
Paralización irreversible.
El misterio de lo finito.
El misterio de lo infinito.