Por causas diversas sigo sin tiempo para escribir una nueva entrada. Pensé en un principio que este verano iba a ser más tranquilo, pero siempre ocurre lo inesperado: desde el ordenador que parece ha perdido el juicio, hasta sucesos inesperados que me impiden tener la suficiente serenidad para centrarme en lo que quiero narrar.
Estando las cosas así, vuelvo a subir una entrada de hace algún tiempo. Disfruté escribiéndola porque durante años había sido una idea me parecía el colmo de lo inquietante. A ver que os parece a vosotros. Aquí va.