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El paso a la inmovilidad.
Quietud, inmovilidad.
Un segundo antes podía mirar o decir algo, respiraba, quizás podía oírte.
Un segundo antes podías hablarle.
Otro segundo y ya no está.
Permanentemente mudo.
Distancia infranqueable,
Incapacidad de comunicación.
Inexpresividad. Un rostro amado que queda plasmado en piedra.
Sin los gestos y expresiones familiares.
Ha sido y ya no es.
Nunca volveré a contarle, preguntarle, enterarme, saber de él.
Se ha ido, para siempre, hasta el Cielo.
No está, aunque esté.
La desconcertante quietud de la muerte.
A quien conocíamos tan bien, ahora ya no podemos comunicarle nada, ni nos puede responder algo.
Se ha acabado, aquí en la tierra.
Paralización irreversible.
El misterio de lo finito.
El misterio de lo infinito.
La muerte, todos los días se habla de esa "señora" que no tiene "paro" un misterio inescrutable, en un segundo se pasa de la sonrisa a la más grande de las tristezas, dicen que hay un más allá, ¡¡¡bueno, pues que venga alguien y nos lo diga!!! Perdón querida amiga, una buena reflexión dentro de ese bello poema.
ResponderEliminarUn abrazo
Querida Higorca: veo que la muerte y su incognita te hace sufrir mucho.Lo he podido apreciar también en algunas de tus entradas. Yo tengo la suerte de que creo que existe un más allá con un Dios Infinito que nos quiere con locura y que nos ha dado la oportunidad de poder gozarlo. Lo que pasa es que el ser humano ha sido creado finito y lo infinito nos supera, nos desconcierta, nos asusta. Me puedo hacer cargo de tu inquietud
ResponderEliminarEl cuadro está cortado, le falta el cielo, de esa forma igual se entendería mejor la muerte
ResponderEliminarMuy buena observación. El cielo es la respuesta de Dios a una vida gastada para Él.
ResponderEliminarLa muerte como hecho natural no debe causarnos temor,éste paso que han dado ante nuestra mirada millones de congéneres.Creo que nuestro temor radica más bien en el sufrimiento que nos trae perder a un ser querido,un dolor que solo el tiempo mitiga'
ResponderEliminarAunque para los que escribimos la muerte es una presencia poderosa y multifacética,por la variedad que representa a tantos;pero no debemos olvidar que estamos en el turno de la vida,y que en ésta siempre hay algo que puédamos dar.Tan simple como alimentar a las aves o plantar flores para las abejas,quienes sufren una crisis en su población y nos necesitan;aunque si vá a google a Honey and bees,ahí explica como las abejas son indispensables para toda la parte vegetal del ecosistema.
La muerte no es precisamente natural, no fuimos creados para morir: es eñ resultado de nuestro orgullo ante Dios. Por eso es costosa; tanto la propia muerte como la de los seres queridos. Completamente de acuerdo en que podemos dedicarnos a hacer felices a los demás.
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